Te dejamos el enlace al artículo completo que hemos publicado en la edición Invierno 2021 de Industria Cosmética.
A través de la Declaración responsable de actividades de fabricación y/o importación de productos cosméticos, el titular de dichas actividades comunica a las autoridades competentes las actividades de las que se responsabiliza, tanto si tienen lugar en instalaciones propias, como en instalaciones de otras entidades subcontratadas.
Entre otros aspectos, el titular de la actividad declara el cumplimiento de los requisitos y obligaciones inherentes al ejercicio de la actividad de fabricación y/o importación incluidos en el Anexo del Real Decreto 85/2018, de 23 de febrero, que le resultan de aplicación; en particular, la implantación de un sistema de calidad que garantice que la fabricación de los productos se realiza conforme a los principios de las buenas prácticas de fabricación a que se refiere el art. 8.1 del Reglamento sobre productos cosmético.
Para que los procesos, recursos y restos de aspectos que se contemplan en las buenas fábricas de fabricación puedan gestionarse de una forma eficaz, alineada con el resto de los procesos de negocio y logren los objetivos que pretenden, deben integrarse en la gestión de la organización y, junto con el resto de sus actividades y procesos, gestionarse como un único sistema de gestión.
La implantación de un sistema de gestión, independientemente de referencial en que se base, es una decisión estratégica para una organización. Uno de los factores de éxito en la implantación es el liderazgo, el compromiso y la participación de todas las personas, en todos los niveles y funciones de la organización, comenzando por la alta dirección.
En el artículo repasamos las acciones en las que se traduce el liderazgo efectivo de la dirección en ISO 22716.