¿Cómo gestiono la tristeza en mi equipo?

El distanciamiento, la separación o la pérdida provocan tristeza. Paul Ekman asigna una función a la tristeza, la de permitir que la persona reconstituya sus recursos y conserve su energía mientras lo hace.

Cuando estamos tristes nuestros músculos se inhiben y se reduce la energía, nos cuesta movernos. La tristeza agota.

Nuestro cuerpo busca la seguridad de lo familiar para reducir la aflicción de la pérdida y se refugia en sí mismo para iniciar la recuperación. La tristeza nos mueve hacia dentro.

En ocasiones evitamos la tristeza, no nos gusta sentir apatía ni desánimo.

Sin embargo, la tristeza nos permite pasar desapercibidos para recuperar fuerza y energía desde la aparente inactividad. Es un estado vivo que conduce al cambio.

¿Respetas tus tiempos de recuperación? ¿Y los de tu equipo?

Terreno_Barbecho_Inactividad