Hace un par de días mantuve una conversación con una persona que he tenido la fortuna de tener como cliente. Me llamó para comunicarme su baja voluntaria en la organización en la que hasta ahora trabajaba.
Tras diez años en distintas posiciones en los que se ha reconocido su trabajo, liderando un equipo de profesionales para quitarse el sombrero (lo sé porque que también he tenido la fortuna de colaborar directamente con ellos), ha decidido que prefiere emprender otros vuelos.
Hablando de sus razones se refirió a la pérdida de ilusión y de que eso no le permite estar a la altura de lo que merece su equipo, de que ya no estaba dando lo mejor de ella misma en el proyecto.
Me habló también de lo mucho que se lleva de todos estos años y de lo agradecida que se siente por todo lo que la compañía y su equipo le han aportado.
No me cabe la menor duda de que ha sido un paso difícil, lo sé por propia experiencia, sobre todo cuando dejas un pedazo equipo detrás, y tampoco me cabe la duda de que el camino que le queda por delante estará lleno de ese entusiasmo e ilusión que busca, no puede ser de otra manera: es un camino para valientes y ella, sin duda, lo es.
Me salió del alma un enhorabuena, por la forma de cerrar y honrar esa etapa de su vida y por las razones para dejar el proyecto. Seguro que habrá motivos que desconozco que hayan inclinado la balanza para abrir la puerta, no me cabe duda, pero los que pudimos compartir dicen mucho de lo que valora a su equipo y a ella misma.
¿Somos conscientes del impacto que tiene en nuestro equipo decir sí a nuestra ilusión y a nosotros mismos? Priorizar nuestro bienestar de forma consciente y responsable nos lleva al único lugar desde el que podemos construir con nuestro equipo un proyecto que aporte a todos los que están en él, incluyéndonos a nosotros.
Es eligiéndonos, teniendo en cuenta lo que necesitamos y diciéndonos sí como podemos aportar lo mejor que tenemos a nuestro equipo. Desde ahí, cuando ya nos hemos incluido en la ecuación y nos tenemos en cuenta, ya podemos dar, desde otro sitio estaremos construyendo desde la carencia y la necesidad.
Todo un ejercicio de responsabilidad propio, sin duda, de la gran profesional que es. Gracias, desde aquí, por todo lo que me has aportado!