Y finalizamos el análisis del papel de las auditorías internas en ISO 14001, hablando de su programación.
En las dos ediciones anteriores de norma UNE-EN ISO 14001 (la de 1996 y la de 2004) la programación de las auditorías se realizaba teniendo en cuenta la importancia ambiental de las actividades y los resultados de las auditorías previas.
La edición de 2015 incluye dos novedades: una de ellas, aparentemente semántica y la otra, la necesidad de incorporar los cambios que afectan a la organización como uno de los criterios para la programación de las auditorías internas.
Veamos en detalle el cambio aparentemente semántico. La sustitución de términos términos en la redacción va más allá de un cambio semántico. Se ha cambiado la redacción «importancia ambiental de la actividad» (en la edición de 1996) u «operaciones (en la edición de 2004) implicadas» por «importancia ambiental de los procesos involucrados».
UNE-EN ISO 14001:2015 está entendiendo (y lo da por hecho) los procesos como el hilo conductor del sistema de gestión (es el enfoque a procesos del punto 2.3.4 de UNE-EN ISO 9000:2015).
Sólo trabajando la gestión de manera única, sin barreras disciplinares (ambiental, preventivo, etc.), de forma sistémica y coherente creamos valor para las partes interesadas.
Desde el mismo enfoque, con una única misión, visión y gestión, las actividades que agregan valor en la organización siempre permanecerán y evolucionarán con el sistema, desde la transversalidad.
Un guiño a la gestión por procesos que nos hace ser conscientes de que más que integrar sistemas debemos aprender a gestionar de forma integral dando respuesta a todos los requisitos de las partes interesadas.